sábado, 8 de noviembre de 2008

Outa Control



La primera vez que tocas en vivo te enfrentas con una audiencia que cautiva, responde incesantemente cada vez que el beat marca su tiempo. Molesta, es capaz de acabar con la fiesta.

 Ayer fue la primera vez que me presenté bajo mi seudónimo Franky Fresco. La gente estaba emocionada, saludándose y de buen humor. Yo estaba loco en ese momento. Disfruté demasiado lo que estaba haciendo a pesar de mis nervios y las cervezas que traía encima. Me volví adicto a ello de una manera nueva. Comenzó un nuevo episodio en mi vida por completo y estoy feliz. 

 No sólo es la fiesta, no sólo es la música. Es la gente también y los procesos que involucran la convivencia entre el dj y la audiencia. Una especie de prueba y error instantáneo,  de retroalimentación inmediata difícil de ignorar e imposible no disfrutar de ella. La música que te gusta siendo escuchada por personas que quieren fiesta, y ellos disfrutándolo.

 Amanecí crudo. Crudíchimo, mejor dicho. El día voló y pareció Domingo. Pero es sábado y no quiero salir. Cosa rara. Tengo dos presentaciones en Chiapas. Emocionado y Temblorino al respecto. No sé qué esperar. No sé qué va a pasar.

 A mi madre al fin le rindió frutos ir al casino. Hoy ganó $6000 pesos, y me regaló un poco para tener. Hoy me espera una noche larga, a solas, frente a la computadora. La música será mi acompañante y la creación mi sorpresa.

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