Así sucede cuando las cosas han cerrado su ciclo. Y yo ya cerré mi ciclo con las cosas.
No es una rendición, no es un lamento, es el resultado de la esfumación.
La vida continúa, y aunque se aparece como una promesa de aburrimiento, a comparación de antes, será todo lo contrario.
Tengo una vacante, dentro de mi corazón vacío.
Soy libre.
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